Piensa en hoy, porque nadie sabe si habrá mañana.
Vive y deja vivir.
Disfruta de las pequeñas cosas que te da la vida.
Olvida lo malo y recuerda lo bueno.
Recuerda que equivocarse es de humanos y rectificar de sabios.
Aprende de tus errores.
Mira el lado bueno de las cosas, aunque a veces parezca imposible, todo lo tiene.
Piensa que lo que no mata, te hace más fuerte.
Arrepiéntete de aquello que no hagas o de aquello que no digas, nunca de lo contrario.
No vivas de los recuerdos, revívelos en el presente.
Valora lo que tienes, ya que no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita.
Vive cada momento como si fuera el último: Carpe Diem.
Recuerda que todo pasa por alguna razón.
La felicidad no se consigue sentándose a esperarla, actúa para conseguirla.
Aprende que no merece la pena esperar, sólo sirve para perder el tiempo.
No te preocupes, porque la vida pone a cada uno en el lugar que se merece.
Los sueños son el refugio que nos queda para vivir en ellos la vida que deseamos.
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